martes, 29 de septiembre de 2009

Se termina el mes de la patria...

Hacia cualquier punto al que girara la vista me encotraba con un cartel que anunciaba chiles en nogada. En restaurantes de lujo, en fondas, en la provincia, donde fuera los platos prometían teñirse de los mejores ejemplares de estas delicias tricolores.

Se termina la temporada y me guardo la certeza, de que el que me tocó a mi, servido en un plato de talavera poblana ha sido el más rico que comeré en toooooda mi vida.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Fue en la estación del metro Balderas.

Cuando salí del metro noté un alboroto inusual, para empezar la poli con escudos antidisturbios cercaba a los vendedores ambulantes para que levantaran toda su mercancia, los vigilaban y rodeaban con actitud defensiva mientras montones de mujeres cerraban cajas arrodilladas en el suelo. Mi paseo subterraneo terminó ahí. Y no sería hasta después de unas horas que me enteraría que mientras yo viajaba por otra línea del metro un individuo alterado sacó una pistola y disparó porque no le dejaban expresarse, según alegó.
Se trataba de un hombre con estudios truncos en veterinaria y provenía del Estado de Jalisco. Declaró que tenía un reclamo ante la administración de Felipe Calderón, al asegurar que su gobierno estaba matando de hambre al país.
La actitud heroica de dos hombres que intentaron detenerlo fue lo más sonado, ambos encontraron la muerte, dos de los miles que viajabamos esa tarde en el subte. Cuantas tragedias cruzadas en un sólo andén, pero la desgracia del asesino no terminó ahí, arrastró también a la muerte de un tío al que dicen que le dio un infarto al enterarse de lo que había hecho su sobrino y a su primo a lanzarse a las vías de un tren.
En el rancho donde vivía Luis Felipe no pueden creer que se trate del mismo asesino, dicen que ni siquiera peleaba, aunque siempre alertaba que tiempos difíciles se aproximaban, auguraba una inevitable crisis que mataría de hambre al país y aconsejaba a sus vecinos a que sus hijos no comieran nunca de más.
Dicen que a la hermana de Luis Felipe al principio le llamó la atención que un hombre capaz de asesinar inocentes compartiera el mismo nombre con su hermano y cuando descubrió que no se trataba de una coincidencia no fue capaz de creerlo.
En el rancho dicen que un día se fue porque no tenía trabajo y quería conseguirlo en Estados Unidos, incluso pensaron que ya lo tenía hasta que la televisión les trajo a la realidad, Luis Felipe estaba en el metro de la ciudad de México proclamando su mensaje.

Aunque no todo son desgracias para la familia de uno de los fallecidos que acutuó heroicamente en el metro Balderas, a la que el jefe de Gobierno Capitalino ha reconocido que no se hayan aprovechado de la situación, ya que no han exigido nada. Ebrard y Bojórquez, director del metro, han anunciado que a los hijos de uno de los civiles asesinados incluso se les podría ofrecer la oportunidad obtener un empleo dentro de la red de metro de la ciudad... no todo son malas noticias.

sábado, 19 de septiembre de 2009

otra vez méxico...

A donde sí volví es a México. Y justo después de seis meses.