sábado, 31 de octubre de 2009

Una mano en la cabeza.

Estaba sentada con la mirada fija en la pantalla de una compu cuando sentí una mano en la cabeza. Estaba en un ciber y mi cabello estaba demasiado apretado, tenía la sensación de que se me rasgaban los ojos, entonces decidí quitarme el palillo chino que se encarga de mantener el chongo en su sitio...lo saqué y me sentí liberada, moví la cabeza -juro que no lo hice con ninguna intención coqueta- me di un ligero masaje en la nuca, sacudí el cabello un par de veces con los dedos y en ese momento ¡sentí una mano en la cabeza! ¡acariciándome todo el pelo! miré hacia atrás imaginándo que alucinaba y me encontré con la cara de un chico que me dijo "lo siento, no lo pude evitar", él estaba en una silla sentado justo detrás de mi, mirando lo que hacía otro en su espacio de ciber-café.

No supe qué decir, sé de manoseos en el metro, pero jamás se me hubiera ocurrido uno en pelo. No supe cómo reaccionar, ¿debía gritar o protestar? El chico no lo negó y se quedo tan pancho después de haberme agredido, siguió sentado mirando lo que hacían otros.
Sentí miedo y la cara sin color, y el chico sólo repitió "lo siento, lo siento, no lo pude evitar", se levantó y salió del ciber.
Yo solo pude amarrarme el pelo con mi palito chino otra vez y volver la vista al ordenador.

lunes, 12 de octubre de 2009

El Salón Corona


Foto de una de las fotos del Salón Corona.

Nunca he sabido precisamente lo que en realidad me encanta del Salón Corona. No sé si será el corte transversal de las zanahorias en vinagre o la sensación de comer como en casa. Comida casera pero no la de un día normal, comida de un día de descanso y recalentado. De qué otra manera se le ocurriría a alguien hacerse un taco de callos a la madrileña? O un taquito de pulpo en una tortilla enrrollada como cuando uno calienta las tortillas en el propio comal casero y no como lo haría un taquero? Lo mismo digo del taco de romeritos y ni hablar de de la torta de bacalao, plato institucionalizado al almuerzo, comida y cena del primero de enero en casa de mis padres...en el que jamás se ha visto cocinar nada en ese día que no sean tortas de lo que se cenó la noche anterior.

Tema aparte se merecen los frutos marinos del Corona...y esos ceviches preparados en la barra rematados con aceite de oliva.

domingo, 11 de octubre de 2009

Ahora son dos...y si me gustaran los gatos?

La Lupe, la gata coqueta.

La Lola, la gata culta.