viernes, 22 de febrero de 2008

Lagunas migratorias.

Isaac no está en ninguna parte. Pasamos las casi dos horas de espera en la oficina de migración hablando de países; él decidió estudiar filosofía en Argentina, aunque lo que más le gusta es bailar tango. Habla un español con tropezones, sus modales son muy dulces, sus observaciones prudentes, mira todo con un par de ojos rasgados y lleva todos sus papeles impecablemente ordenados, la ciudad le mata; pero todavía no se acostumbra a la burocracia latinoamericana, "en Singapur este trámite se haría en cinco minutos y lo realizaría una máquina".
Nos encontramos de nuevo en la salida y me dijo que para él la espera sólo fue una perdida de tiempo, que no pudo realizar el trámite; no se veía enfadado, sus ojos achinados se veían más bien tristes y su cara morena desilucionada y con toda paciencia intentó explicarme : semanas atrás quiso ir al Uruguay, pero por un error en la visa no lo dejaron entrar, "si sales sin entrar a otro país, es como si no hubieras salido" le explicaron, pero en su pasaporte ya estaba el sello de salida, de vuelta del no-viaje el agente de migración se nego a ponerle el sello de entrada por que así se le ocurrió, porque la cabeza le dio para eso, aunque lo dejo entrar, (???)entonces legalmente no está en Argentina, legalmente no está en ninguna parte y en medio del nowhere, no se pueden hacer tramites...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te pasas por Takones, o no vuelves?

Tita dijo...

obvio que vuelvo, yo soy takones...